Saturday, May 23, 2009

MATERIA Y ESPACIO


“Las cosas están echadas/más de pronto se levantan/y en procesión alumbrada/se entran cantando en mi alma” (J.R. Jiménez)





La materia es la causa permanente de todas nuestras sensaciones (Kant). Es física, real, conforma el universo, lo hace visible. Puede quedar comprimida en una hoja, o expandirse hasta lograr el tamaño de una estrella. Fuerzas extrínsecas la transmutan en una u otra forma. El artista la concreta, la comprime, la expande, le da una esencia. La materia precisa del cambio para ser (Pinocho). Está dispuesta a recibir alguna determinación que la conforme como realidad. Es pura y simple potencia (Plotino). Por eso adquiere sentido como indeterminada, no como confusa, pero sí como expresión de actividades contrapuestas (Schelling). Todo es composición. Por tanto una estructura de líneas y formas. Su fuerza emotiva se deberá en parte a las tensiones establecidas en su tejido esquemático (Composición Artística). Los trabajos escultóricos intentan establecer, al menos, un doble juego de tensiones, dentro de la materia y entre la materia y el espacio. Dos escultores que trabajan estos aspectos de una forma que me parece interesante son Julio González y Pablo Gargallo. Considerando el primer aspecto, la silueta humana, aparece en Julio González como fruto de fuerzas transmitidas a través del ritmo de las líneas que unen las articulaciones, en un esfuerzo por buscar la unión de formas reales y lineales imaginadas (Figura Abstracta). La propia combinación de su material más usado, el hierro, de naturaleza pesada, con lo etéreo de algunos temas es una manifestación del juego de tensiones referidas a la materia (Bailarina con Margarita). El estudio del equilibrio entre los volúmenes y su ausencia es manifiesto en el intento de proyectar la masa en el espacio que hace González en sus máscaras, o en dos aspectos del trabajo de Gargallo: la exaltación de los huecos en los que penetra la luz (El hombre de la pipa), o al considerar el vacío como volumen (El Arlequín). En el profeta, la luz se introduce en el interior del bloque creando un interesante trabajo del vacío. De esta manera, la materia y su ausencia completan la obra en el espacio. En ambos escultores hay una valoración de lo geométrico, que si bien, no tiene el carácter de estudio disciplinado que hace Lucca Paccioli en “La divina Proporción”, llamará a la intuición de “los ingenios perspicaces y curiosos” plantando un trabajo que introduce un interesante concepto del espacio en la escultura contemporánea.

No comments: